Los rayos del sol son altamente peligrosos durante la temporada de verano, especialmente, para aquellas personas que están expuestas durante un tiempo prolongado. Este tipo de situaciones son propicias para la aparición del cáncer de piel.
El Ministerio de Salud recordó que existen tres tipos comunes de esta enfermedad: el epitelioma vaso-celular, el espino-celular y el melanoma. Las dos primeras están ligadas a la exposición solar de toda la vida.
Por ello, la cartera sanitaria considera importante realizar un control periódico de las manchas y lunares. Las consultas permitirán una detección de posibles lesiones precursoras de cáncer de piel.
Si bien la alerta va dirigida a toda la población, la institución hace especial énfasis en aquellas que cuentan con antecedentes de cáncer de piel en la familia. Asimismo, llaman a control a los trabajadores de la agricultura, la albañilería o en otras tareas bajo el sol.
Quienes poseen lunares de nacimiento o lunares que fueron apareciendo en el transcurso de la vida y lunares que presentan cambios a primera vista, también deben acudir al médico.
¿Cómo realizar la revisión?
El Ministerio de Salud indicó que, para una revisión personal, existe la regla de ABCD de la auto-observación. Esta técnica consiste en cuatro simples pasos.
– A: Asimetría
Si el lunar presenta cambios físicos asimétricos. Esto puede ser evaluado partiendo imaginariamente el lunar en dos o cuatro partes y comparando si ambas partes son iguales o diferentes; si dichas partes difieren, estamos ante un lunar asimétrico.
– B: Bordes
Prestar especial atención en los posibles bordes irregulares del lunar.
– C: Coloración
Tener en cuenta la pigmentación habitual.
– D: Diámetro
Debe ser considerado un signo de alarma que el lunar tenga más de seis milímetros.
Descubrir cualquiera de estos elementos durante la observación debe conducir a consultar con un dermatólogo.
¿Qué otros síntomas tener en cuenta?
Otro síntoma que también deben llamar la atención, con base a las variantes de cáncer de piel más comunes como el espino-celular o el vaso-celular, es que aparecen lesiones que suelen ubicarse en zonas de la piel expuestas al sol, como por ejemplo el rostro, los brazos, las manos y el escote.
Más signos de alarma suelen ser las manchas rosadas. Es también motivo de consulta el encontrar lesiones de piel que persisten meses, que van creciendo paulatinamente, y se ulceran.