Abusar de la tecnología
Seguramente sabes que el sedentarismo es uno de los grandes enemigos para la salud, pero más aún si acompañamos esta inactividad con dispositivos electrónicos. Según un estudio elaborado en Harvard en 2011 de Harvard, las personas que pasan varias horas mirando la pantalla de televisión tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso mayores probabilidades de mortalidad prematura.
Dos años después, otra investigación iba un poco más allá explicando que la luz azul –propia de móviles, tablets y otros dispositivos– altera los ritmos circadianos naturales del cuerpo provocando problemas para dormir, actividad especialmente importante para la salud a partir de los 40.
Dormir poco
Al hilo de la anterior, la experta recalca la importancia de descansar lo suficiente para reiniciar el organismo y recargarlo de energías. “Los adultos de 18 a 64 años tienen que dormir alrededor de 7 a 9 horas cada noche. Escatimar en el descanso hace un flaco favor a la salud, incluyendo el aumento del riesgo de padecer hipertensión, derrames cerebrales u obesidad”, explica Provino, quien recuerda que la falta de sueño también afecta a la salud mental pudiendo provocar incluso depresión y que, aunque no hay evidencia científica de que promueva el envejecimiento biológico, “la falta de sueño hace que parezcamos más viejos de lo que en realidad somos”.
No usar hilo dental
No basta con cepillarte al menos tres veces al día. Si no usas además hilo dental los gérmenes pueden acumularse entre los dientes y encías y hacerse fuertes como el cemento.
Las enfermedades de encías como la gengivitis o la piorrea suelen desarrollarse entre los 30 y los 40 años y, según un estudio los hombres son más propensos a desarrollarlas. No sólo eso: cuidado porque la investigaión sugirió que los problemas de encías pueden actuar como presagio de las enfermedades de corazón. Lávate a menudo y a fondo y cuidarás de tu salud más allá de la boca.
Saltarse las comidas
Para muchos, el ayuno es la herramienta ideal para adelgazar, la clave de la dieta perfecta. Pues no. Resulta que no comer al menos tres veces al día y las cantidades necesarias se traduce en picar mas entre horas, ingerir con ansiedad y darle más a los alimentos grasos y altos en calorías. Con el paso de los años saltarnos comidas pueden afectar a nuestro metabolismo e incluso provocar diabetes tipo 2, enfermedad que se diagnostica a dos de cada tres adultos de entre 40 y 64 años.
Basta de vicios: Beber y fumar
Igual que te convences de que por echarte uno o dos cigarrillos no pasa nada, también consumes alcohol a menudo y te excusas con aquello de que ‘un día es un día’. A partir de los 40 estos vicios son todavía más peligrosos: “Acabar con el hábito del cigarrilloantes de los 40 años reduce drásticamente el riesgo de muerte prematura por enfermedades relacionadas con el tabaco hasta en un 90%, y dejar de fumar entre los 40 y los 50 años disminuye este riesgo en casi dos tercios”, relata Provino.
El alcohol, por su parte, es tóxico para el organismo. A medida que envejecemos superar la deshidratación que provoca beber cantidades excesivas es más complicado. Por eso te afecta más y ‘ya no es como antes’. Bebe con moderación.
Comer salado
Sí, la comida está más sabrosa bien aderezada con un puñadito de sal, pero al llegar a la vida adulta el sodio que contienen alimentos como quesos, carnes procesadas o incluso el pan, se vuelve bastante más perjudicial para la salud. “La mayoría de las personas consumen más sodio del que sus cuerpos necesitan. La máxima diaria recomendada es aproximadamente la mitad de una cucharilla y tomar más puede causar hipertensión, uno de los factores más importantes para sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular”, resume la experta.
No beber la suficiente agua
Tenemos que mantenernos hidratados porque el agua nutre cada una de las células y órganos de nuestro cuerpo, incluida la piel. Como decíamos, a medida que envejecemos a nuestro cuerpo le cuesta más enfrentarse a una situación de deshidratación como la provocada por una resaca. No sólo eso, los expertos han determinado que a partir de los 40 se pierde el sentido de la sed y los adultos no se dan cuenta de que necesitan beber agua. Un consejo: vigila el color de tu orina, si tiene un tono amarillo muy oscuro puede ser señal de que necesitas H2O.
No tener relaciones Sexuales
Lo vas dejando, lo vas dejando y precisamente ahora que tienes más tiempo libre, los niños se han ido de casa y tienes a tu alcance un sinfín de consejos realizables para disfrutar de una vida sexual plena, apenas practicas sexo. “Mantener una vida sexual sana, incluso al llegar a la mediana edad, es una parte importante de la intimidad. “Es más difícil de restituir una vida sexual sana una vez que haya descuidado”, explica la ginecóloga Katharine Taber, quien asegura que mantener una vida sexual sana y activa al llegar a la mediana edad es también muy importante para mejorar la intimidad con la pareja.
Saltarse las vacunas recomendadas
Los pinchazos no son cosa de la infancia. Cerca de media docena de vacunas y refuerzos, incluyendo las que protegen contra la gripe y la varicela, son también necesarias para los adultos y no ponérnoslas pone en serio riesgo nuestra salud y la de quienes nos rodean. Tanto es así que según un estudio cerca de 50.000 adultos mueren cada año a causa de enfermedades que podrían haberse prevenido mediante la vacunación.
Mentir al médico
La gente miente en la consulta del médico, y ellos lo saben. Según una encuesta realizada en EEUU, el 77% de los profesionales de la salud asegura que al menos uno de cada cuatro pacientes mienten u omiten hechos sobre su salud y el 28% cree que la mitad o más les ocultan la verdad. Y estas verdades a medias ponen en peligro tu salud.
Otro de los grandes errores que cometemos a menudo: pasar por alto los antecedentes médicos de nuestros familiares. Datos que podrían ayudar a los especialistas a prevenir el desarrollo de importantes enfermedades como el cáncer o la diabetes.