Estimula el cerebro, la coordinación y ayuda a mover todo el cuerpo. Son algunos de los beneficios del baile, una disciplina que va bien para toda clase de edades y, en la vejez, es excelente. Además de hacer ejercicio casi sin darse cuenta, es algo divertido que fomenta la sociabilidad y la imaginación.
El baile moviliza grandes grupos musculares, algo que resulta muy positivo para diferentes enfermedades especialmente las patologías osteoarticulares, mejorando aspectos como la flexibilidad, la fuerza y la resistencia.
Y es que el baile no sólo es una buena forma de combatir la obesidad y quemar calorías: representa un gran beneficio para las personas con problemas de rigidez articular o circulatorios, ya que estimula el flujo sanguíneo y el funcionamiento del sistema circulatorio.
Un estudio del Journal of Physiological Anthropology pone de manifiesto que la danza es beneficiosa para aumentar la potencia aeróbica y es el mejor ejercicio físico de todos, al margen de andar o nadar, para ganar en flexibilidad y resistencia. Para las personas mayores, además, el baile acaba con el sedentarismo que puede llegar a afectar a muchos de ellos al no poder moverse tanto como antaño. Pero hay muchos más beneficios, veamos algunos a continuación:
Corazones sanos
Para proteger al corazón y para gozar de una mejor calidad de vida, practicar el baile es todo un acierto pues representa una actividad favorable para las personas que tienen riesgo de parecer una enfermedad cardiovascular. El baile ayuda, en gran medida, a controlar la respiración y como movemos las piernas, ello activa y mejora la circulación de la sangre hacia el corazón.
Mayor energía y ganas de hacer cosas
El baile obliga a movernos. Es decir, hace que las personas mayores estén activas y con más dosis de energía. Un estudio de la Scholarly Publishing and Academic Resources Coalition demostró que bailar una vez a la semana mejoraba el rendimiento físico y aumentaba los niveles de energía en los adultos. Por ello esta disciplina es incorporada en los programas de diversos centros de mayores para aportar alegría, felicidad y ganas de moverse.
Fuera depresión
Las personas que bailan esbozan una sonrisa, pues la danza aporta beneficios físicos, pero también muchos otros psíquicos. La música, el sonido, las palabras y la musicalidad penetran en el alma y mejoran el optimismo de todos aquellos que practican el baile aunque sea en menor medida. Una investigación de la Universidad Northwestern, en EE.UU., afirma que el entrenamiento musical beneficia a los mayores y puede compensar algunos de los efectos del deterioro por envejecimiento. Y hay más, porque la Guía de la depresión y la ansiedad, correspondiente a la Sociedad Española de Gerontología y Geriatría, destaca la música como parte de un tratamiento novedoso en ciertos trastornos de la tercera edad.
Trabajar la memoria
Bailar no solamente ofrece ventajas a nivel corporal y cognitivo sino que el cerebro se carga de estímulos para reactivar la memoria, entre otros. Científicos de la Universidad de Kansas manifiestan que aquellas personas que gozan de gran experiencia musical tienen mayor agudeza mental relacionada con la memoria visual. De esta manera, el baile aumenta la memoria y es bueno para luchar contra enfermedades como el alzheimer, además de otras formas de demencia relacionadas con la edad.
Convivencia social
Cuando hablamos de la tercera edad, el baile aporta grandes dosis de sociabilidad. Las personas mayores conocen a otras en centros de baile, residencias… y es una manera más de aumentar su círculo social y de relacionarse con los demás. Ello les hace sentir mejor, útiles, participando en el baile y estrechando relaciones y experiencias. Además, perciben que pertenecen a un grupo.
La base de la danza es la confluencia de movimiento, equilibrio, ritmo y representación gestual. La danza es la actividad que requiere mayor sincronización y el ejercicio colectivo más sincronizado que existe.
Nuestro centro es consciente de todos estos beneficios que produce el baile en nuestros ancianos, tanto a nivel físico como mental. Por este motivo y porque entendemos que el baile no tiene edad, promovemos el baile, no sólo como una actividad de ocio sino también como potenciador de múltiples beneficios para nuestros ancianos.
Hemos comprobado que el baile, entre otros, socializa, reduce el estrés, potencia la autoestima, fortalece su confianza y además les resulta muy divertido…
Por este motivo en nuestro país decimos….. A BAILAR!!!!