Las manifestaciones de alegría son mayores y la ansiedad y los nervios bajan, esta es una de las conclusiones preliminares de un estudio realizado por la Universidad George Mason en Estados Unidos. Estos resultados fueron publicados en la revista Geriatrics & Gerontology International.
En esta parte del estudio, los investigadores tomaron en cuenta a 51 adultos mayores con demencia para realizar un estudio de tipo cualitativo. Durante 16 semanas, los investigadores visitaron –una vez por semana– el centro diurno al que estos adultos mayores asistían.
A todos se les daban audífonos para que pudieran escuchar de forma individual. Sin embargo, todos escuchaban la música en el mismo salón y tenían la posibilidad de tener contacto visual y relacionarse con sus compañeros y con los investigadores. Las escuchas se prolongaban por 20 minutos.
Una vez que se terminaba la sesión, se reanudaban las actividades normales del centro de ancianos. Los científicos observaban a los pacientes por 20 minutos más.
Los investigadores vieron cómo los adultos mayores estaban más activos, sonreían más y tenían más contacto con otros, aunque se tratara solo de un contacto visual.
“Pudimos ver cómo con una medida que no representa mayor costo, como tener un lugar con música dentro del centro diurno, puede aliviar muchísimo la salud mental de las personas con demencia y mejorar su calidad de vida”, señaló a la prensa Emily Ihara, coordinadora de la investigación.
“Nuestro próximo proyecto, que realizaremos durante tres años consecutivos, será entrenar a los diferentes centros y asilos de ancianos en cómo brindar música como terapia a quienes acuden o viven ahí”, concluyó.