También conocida como hipoxia cerebral, la falta de oxígeno a este órgano es un problema que algunos paciente de covid-19 deben enfrentar. Sin embargo, ¿qué es?, ¿cuáles son sus síntomas? Pero peor todavía, ¿hay posibles secuelas?
Esta definición describe un nivel de oxígeno en sangre inferior al normal, el cual ronda entre los 75 a 100 milímetros de mercurio (mm Hg). Cuando el valor es inferior a 60 mm Hg, indica la necesidad de gas complementario, describe el Instituto Médico Mayo Clinic.
¿Qué causa que le falte oxígeno al cerebro?
En el caso de la cabeza, la hipoxia cerebral afecta las partes más grandes del cerebro, llamadas hemisferios cerebrales. Este suministro de oxígeno se puede ver interrumpido por lo siguiente, de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos:
- Inhalar humo
- Intoxicación con monóxido de carbono
- Asfixia
- Grandes alturas
- Sofocamientos
- Paro cardíaco
- Arritmia cardíaca
- Complicación de anestesia general
- Accidente cerebrovascular
¿Cómo saber que estás experimentando hipoxia cerebral?
Para empezar existen dos grados, leve y grave. Dependiendo de cada uno varía sus síntomas, aquí los describimos con información de la Fundación DACER.
Hipoxia cerebral leve
- Dificultad en la concentración, atención, coordinación y memoria a corto plazo
- Dolor de cabeza
- Aturdimiento
- Mareos
- Aumento dela frecuencia respiratoria
- Restricción en el campo de visión
- Sudoración
Hipoxia cerebral grave
Entre más prolongado sea el tiempo de la falta de oxígeno, la persona puede experimentar:
- Confusión
- Agitación
- Somnolencia
- Cianosis (un color azulado en la piel, especialmente en labios, boca y yema de los dedos)
- Convulsión
- Extremidades se sacuden
- Pérdida temporal de memoria
- Coma
- Muerte cerebral
Dependiendo de la causa que origine la falta de oxígeno en el cerebro es el tratamiento; puede ir desde asistencia respiratoria, control del ritmo y frecuencia cardíaca, medicamentos.
Es importante que ante los primeros síntomas acudas de inmediato al médico. Es una emergencia, ¡no esperes!