Cuando una persona llega a la tercera edad, el cuerpo afronta una serie de cambios, aparecen problemas en articulaciones, en los procesos digestivos, en la memoria, entre otros. Además, el envejecimiento puede provocar alteraciones visuales, por lo que es muy importante que el adulto mayor se haga una revisión ocular anual para detectar si existe alguna y empezar con un tratamiento adecuado.
Factores como la presión alta, circulación lenta de la sangre, mala alimentación e incluso cambios de la misma edad pueden ser el origen de afecciones oculares en personas mayores de 50 años.
Las patologías más recurrentes que afectan a este grupo de personas son la degeneración macular, el glaucoma y la catarata, las dos últimas patologías son las principales causas de ceguera en nuestro país.
Al ser estas las principales enfermedades oculares que afectan a esta parte de la población, a continuación te detallamos en qué consiste cada una y cómo se pueden tratar en adultos mayores:
1. Degeneración macular
Esta afección se da únicamente en los adultos mayores, pues a cierta edad, la circulación se debilita, hacen falta ciertos nutrientes y no llega suficiente oxígeno a la mácula (región central de la retina que permite leer), teniendo como consecuencia su degeneración. Asimismo, cuando la misma naturaleza lleva esos elementos necesarios a las células, se forman nuevos vasos sanguíneos que al crecer frente a la mácula nublan la visión. El principal síntoma de esta enfermedad es la pérdida de nitidez, los pacientes suelen acudir al especialista porque no pueden identificar detalles y facciones. Cabe señalar que si la patología es detectada a tiempo se puede tratar con vitaminas, pastillas y antioxidantes.
2. Catarata:
Es una de las principales causas de ceguera en la población peruana y también una enfermedad recurrente en las personas de la tercera edad. Este mal se origina cuando se oscurece una de las tres capas del cristalino (estructura transparente que permite enfocar objetos), las cuales son la cápsula, la corteza y el núcleo. La opacidad de la cápsula genera una catarata capsular, la de la corteza una cortical y la opacidad del núcleo una nuclear. Las tres se corrigen con cirugía, la cual actualmente ha experimentado un avance tecnológico siendo seguro para el paciente y de pronta recuperación. Entre los síntomas destacan la miopía y la baja de visión ante mucha luz.
3. Glaucoma:
Esta patología es conocida como el ladrón silencioso de la visión y es también una de las principales causas de ceguera en nuestro país. El glaucoma crónico simple no presenta síntomas; sin embargo, cuando llega a una etapa avanzada, el campo visual se reduce y se corre un mayor riesgo de perder la visión. Asimismo, cuando las personas llegan a los 40 años, tienen dificultades para ver de cerca y por coincidencia es cuando la presión intraocular empieza a subir y a dañar el nervio óptico. Por ello, es que en ese momento se debe detectar el glaucoma, midiéndose la vista con un oftalmólogo y evitando comprar lentes sin haber consultado con el especialista. Como tratamiento ante este mal, están las gotas y si no se observan cambios se opta por la cirugía.
Por ello se aconseja a las familias tratar y hablar con calma a los adultos mayores, así como entender los cambios físicos por los que atraviesan, desde la pérdida de audición y visión hasta los dolores que pueden sufrir.