Sordera en el adulto mayor – Causas y tratamiento

La famosa sordera en el anciano es causada por la pérdida de audición natural que sucede con el envejecimiento; esta alteración es llamada en medicina de presbiacusia. La presbiacusia es una enfermedad multifactorial, caracterizada por la pérdida progresiva de la audición en ambos oídos a lo largo de la vida. Esta deficiencia auditiva generalmente afecta las altas frecuencias de la audición .

La pérdida auditiva tiene un enorme impacto sobre la calidad de vida de millones de individuos ancianos, y se está tornando un trastorno cada vez más común conforme envejece la población.

CAUSAS DE PÉRDIDA AUDITIVA EN EL ANCIANO

La pérdida de audición se torna más común conforme el individuo va envejeciendo. Cerca del 11% de los pacientes entre 44 y 54 años ya presentan alguna pérdida auditiva. Este porcentaje aumenta un 25% entre personas de 55 y 65 años y llega casi a un 50% de la población con más de 70 años.

Se cree que la herencia y la exposición crónica a ruidos altos son los principales factores que contribuyen a la pérdida de audición a lo largo del tiempo.

Otros factores también pueden acelerar la pérdida de audición a lo largo de la vida entre ellos:

1- Uso de sustancias tóxicas en los oídos, como:

  • Antibióticos de la clase aminoglucósidos en dosis altas.
  • Quimioterapia.
  • Uso crónico de aspirina.
  • Uso crónico de antiinflamatorios.
  • Sildenafil (Viagra).
  • Cocaína.
  • Cloroquina.
  • Intoxicación por metales pesados, como mercurio, plomo y arsénico.

2- Infecciones:

  • Otitis media.
  • Cocleitis viral.
  • Meningitis.

3- Tabaquismo.

4- Hipertensión. 

5- Diabetes.

6- Traumas.

SÍNTOMAS DE LA PÉRDIDA AUDITIVA EN EL ANCIANO

La principal característica de presbiacusia es la pérdida progresiva y simétrica de la audición de alta frecuencia a lo largo de los años. Esta sordera también puede ser acompañada de zumbido, vértigo y desequilibrio.

El ser humano es capaz de oír frecuencias entre 20 Hz y 20000 Hz (20 KHz). Muchos adultos no logran escuchar frecuencias arriba de 15000 Hz (15 KHz). En el caso de la presbiacusia, la pérdida auditiva es aún mayor y las frecuencias más afectadas son aquellas arriba de 2000 Hz (2 KHz).

Con el paso de los años, la capacidad de oír frecuencias altas continúa cayendo, y las frecuencias medias y bajas (0,5 a 2 KHz), asociadas al habla humana, también se tornan progresivamente envueltas.

En promedio, usamos sonidos con frecuencias que varían entre 250 Hz hasta 4000 Hz (4 KHz). En el habla humana, las vocales suelen ser de media y baja frecuencia, mientras las consonantes son de alta frecuencia. Algunas consonantes con el sonido de «Z», por ejemplo, pueden tener frecuencias hasta de 8000 Hz (8 KHz). Como resultado, los pacientes con pérdida auditiva de la alta frecuencia muchas veces afirman ser capaces de escuchar cuando alguien está hablando, pero no de entender lo que está siendo dicho, debido a la pérdida de información de los sonidos de las consonantes.

La dificultad auditiva aumenta ante la presencia de ruido de fondo. Los pacientes con deficiencia auditiva por la edad suelen seguir razonablemente bien las conversaciones privadas en una sala silenciosa, pero tienen dificultades en ambientes sociales. Los pacientes también se quejan de tener más dificultades en escuchar a las mujeres, ya que éstas tienen naturalmente un habla cuya frecuencia es más elevada (no confunda la frecuencia del sonido con la altura del mismo).

Un hallazgo común en pacientes con pérdida de audición es una hipersensibilidad paradójica a los sonidos altos. Los ancianos pueden quejarse de que los sonidos se tornan muy altos cuando están en realidad en niveles que son fácilmente tolerados por personas con audición normal. Esta alteración explica el motivo por el cual gritar con pacientes con presbiacusia puede muchas veces ser bastante contraproducente. Las personas imaginan que necesitan hablar muy alto para que los ancianos con algún grado de sordez puedan oírlas. Al gritar, las vocales de frecuencias bajas son amplificadas, mientras las consonantes permanecen inaudibles, lo cual puede ser muy incómodo para el oyente. En la presbiacusia el problema radica más en relación a las frecuencias del sonido que propiamente a la intensidad del mismo. Gritar sólo funciona si el paciente tiene otras causas de pérdida auditiva, como por ejemplo un tapón de cerumen (cera en el oído) obstruyendo el paso del sonido.

La inmensa mayoría de los pacientes demora varios años en buscar ayuda médica para su pérdida de audición. Este hecho ocurre en parte debido al inicio insidioso de la enfermedad, o bien al estigma negativo asociado al uso de aparatos auditivos.

La mayoría de los ancianos encara algún grado de pérdida auditiva como inevitable y no tratable. Sin embargo, la presbiacusia, cuando no se reconoce ni se trata, puede llevar al aislamiento social progresivo y a la depresión, principalmente si el paciente también tiene otras limitaciones funcionales, como dificultad para caminar o déficits visuales.

El zumbido también puede ser un problema importante en la presbiacusia. El sonido es generalmente descrito como un zumbido afectando ambos oídos o difusamente «dentro de la cabeza».

Cualquier persona que siente algún grado de pérdida auditiva debe buscar un otorrinolaringólogo. Este médico es capaz de diagnosticar la deficiencia auditiva y de identificar la(s) causa(s). Con un examen llamado audiograma, el médico es capaz de identificar las pérdidas auditivas. Durante este examen, con audífonos, usted podrá escuchar sonidos direccionados hacia un solo oído por vez. El otorrinolaringólogo presentará una gama de sonidos, frecuencias y también varias palabras para determinar su capacidad auditiva.

TRATAMIENTO DE LA PÉRDIDA DE AUDICIÓN EN EL ANCIANO

No existe un tratamiento que prevenga o que cure la sordera en los ancianos. No obstante, ya existen varias opciones para atenuar y compensar la pérdida auditiva.

Aparatos auditivos

Los aparatos auditivos pueden mejorar la función auditiva en la mayoría de los casos de presbiacusia. La pérdida auditiva raramente se torna de una gravedad tal que los aparatos auditivos no sean eficaces en la restauración de la capacidad de comunicarse.
Los avances tecnológicos de los aparatos auditivos en los últimos años mejoraron significativamente el desempeño de los mismos, minimizando las malas experiencias que eran comunes antiguamente. Sin embargo, como existen varios modelos en el mercado, es posible que usted tenga que probar algunas opciones antes de encontrar el aparato auditivo que mejor se adapte a su caso.

Los aparatos auditivos también ayudan a mejorar el zumbido experimentado por muchos pacientes con presbiacusia.

Implante coclear

Para los pacientes con grave pérdida auditiva en la cual el aparato auditivo no es eficaz, existe la opción del implante coclear. El implante coclear envuelve la colocación de un conjunto de electrodos dentro del oído interno para estimular directamente las neuronas responsables por la interpretación de los sonidos. Este procedimiento puede ser realizado con seguridad incluso en personas que superan los 80 años.

Los implantes cocleares son indicados en personas con pérdida auditiva bilateral severa, que no mejoran significativamente con aparatos auditivos.

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